domingo, 22 de febrero de 2009

LA LLORONA














La llorona version pelicula del santo


Narraban los antiguos indígenas que antes de la caída de su poderío hubo una seria de presagios que auguraban la destrucción de la raza mexica. “Muchas veces se oía a una mujer que lloraba por la noche, dando grandes gritos aullaba:
“¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos!
A veces decía: -Hijitos míos, ¿A donde os llevare-? (Fray Bernardino de Sahagun).
El gran imperio mexicano fue aniquilado, sus antiguos templos derribados, aquellos lugares donde moraban los indios ahora eran habitados por otra raza, sin embargo desde los primeros años de la colonia los valientes vencedores hispanos seguian escuchando aquel lamento desgarrador noche tras noche. Las campanas de la catedral anunciaban la queda, y el eco de su repique sonaba tristemente a través de las oscuras y lóbregas calles de la ciudad de México. Las puertas de las casas se cerraban, las ventanas se tapiaban, se le ponían doble cerrojo, se colocaban las trancas, los habitantes vivían aterrados, ningún murmullo se escuchaba provenir de las calles.
Y sin embargo no faltaba a la cita, como todas las noches, el largo y triste gemido que se escuchaba largo y sonoro, y se escuchaba a varias calles a la redonda. Los temerosos habitantes de la ciudad, bautizaron como “la llorona” a aquel espectro que rompía con sus alaridos la quietud de la noche.
Algunos se atrevieron a asomarse por sus ventanas para mirarla, los más valientes se atrevieron a salir a la calle y seguirla a lo lejos. De ellos unos murieron del susto, otros se volvieron locos y aquellos que pudieron conservar un poco de cordura, narraron que habían visto a una mujer con un vestido blanco, con el rostro cubierto por un velo, y que recorría lentamente las calles de la ciudad. Retorcía sus brazos angustiosamente, e inmediatamente lanzaba ese pavoroso grito que hacia temblar a la ciudad. Culminaba su deambular por las calles en el zócalo, y ahí se arrodillaba mirando hacia el oriente, besaba el suelo y comenzaba a llorar con más angustia, gritando aun más terriblemente. Se ponía de pie y se dirigía hacia el lago donde desaparecía. Surgieron muchas versiones sobre la historia de la llorona: Se decía que era una mujer que había asesinado a sus hijos y los había arrojado al rió, por eso ahora buscaba sus cuerpos en las aguas; otros aseguraban que al contrario le habían asesinado a sus hijos; también se decía que era una mujer muerta y que había dejado en la orfandad a sus hijos; algunos creían que había sido una mujer cruelmente asesinada por un marido celoso; se llego a creer que era al alma de la Malinche que no alcanzaba el descanso eterno por haber traicionado a su raza; corrió el rumor de que era una mujer muerta que había sido olvidada por un marido ingrato que la había olvidado; también se decía que era el alma de una mujer que murió antes de casarse y que ahora penaba porque su prometido de tristeza se hundía en los vicios; los mas religiosos pensaban que era una mujer que en vida era infiel y por eso había sido castigada. A muchas mujeres de la colonia se les atribuyo que ellas eran la llorona, algunas relacionadas con un carácter materno, otras se emparentaban con tragedias de leyendas españolas. En fin, la más aceptada es la que nos narraba que era una mujer que había asesinado a sus hijos. De esta versión incluso algunos autores proporcionaron nombres y direcciones. El grito de la llorona ha ido evolucionado, en un principio solo era: ¡AY!, Posteriormente fue ¡Oh hijos míos!, y en la actualidad quienes aseguraban haberla escuchado, coinciden en que grita: ¡Ay mi hijos!
Un día la llorona dejo de escucharse en las zonas aledañas al zócalo, posiblemente porque las aguas del lago se secaron, pero en cambio se le comenzó a ver a través de toda la republica mexicana. En montanas, veredas, valles, caminos… La leyenda se modificaba a cada región, y se inventaban orígenes de cada estado del país. Incluso países de Sudamérica tienen leyendas parecidas a la llorona como Venezuela o Brasil.
Pero también su apariencia ha sufrido cambios, en ninguna versión antigua nadie vio su cara, posteriormente se le descubrió como una bellísima mujer que no tenia ojos, o como una mujer con cuerpo hermoso pero que en realidad tiene rostro d calavera. Comúnmente se le confunde con la diosa Ixtabay, mujer hermosa que seduce a los hombres y que los lleva a su perdición, o una mujer con cara de caballo, ente que más bien es parte de otra leyenda El baile de la botella.
Algunos investigadores piensan que la llorona es la diosa Cihuacoatl. Esta diosa tenia su edificio consagrado en el templo mayor, este se llamaba Tlillan. Esta diosa cada ocho días devoraba un prisionero, al que se le arrancaba un pedazo de muslo como si la diosa se lo hubiera mordido. La vestimenta de la diosa es parecida a la de la llorona, vestido blanco, con atributos acuáticos, los cuales tienen relación con que la llorona siempre se aparece en lagunas, ríos y lagos. La diosa Cihuacoatl es una diosa madre, lo cual la emparienta con la llorona pues muchas de las versiones la ubican como una madre atormentada.
Sin duda la leyenda de la llorona es la primera leyenda del mexico moderno, y representa fielmente el mestizaje racial y cultural de nuestra nación.
Vincent.D.H.


Fuentes y recomendaciones:
La mayoria de los sitios en la web reproducen la versión de Artemio del Valle Arizpe, misma que yo utilizo como modelo, lamentablemente los autores de esos sitios no hacen ninguna mencion citando al autor.
Tambíen utilice la versión de Luis Gonzales Obregón.
Helena Rivas tiene un trabajo extraordinario sobre esta leyenda.
Fray Bernardino de Sahagun. Historia general....

No hay comentarios: